Cuando los Marlins le dijeron hasta pronto a Edinson Vólquez al finalizar la primera mitad de temporada, esperaban darle una bienvenida diferente en la reanudación de la contienda al lanzador dominicano, quien se encontraba en la lista de inhabilitados.
Pero el saludo no ha sido todo lo cálido que el equipo esperaba, especialmente tras un examen de resonancia magnética que confirma la permanencia de la tendinitis en su rodilla izquierda y que le obligará a perder su apertura del domingo.
"No, no parece que pueda hacer esa salida'', reconoció el manager Don Mattingly. "Vamos a tener que esperar que todo mejore para que él vuelva a ocupar su espacio. Lo mejor de esta situación es que no parece nada grave, sino algo que pueda resolverse a corto plazo''.
Los plazos de los Marlins no dependen ya de su duración, sino de la inmediatez, y la ausencia de Vólquez pone más presión a un cuerpo de abridores que no soportaría otro varapalo más en un momento crucial para el club.
El dominicano había lanzado parte de la campaña con molestias en la rodilla y el 3 de junio, cuando lanzó un juego sin hit ni carrera, se torció el tobillo derecho en la primera jugada del encuentro.
"No sabemos si esto es algo que está relacionado con problemas del pasado o directamente con el tobillo'', agregó Mattingly. "Cada vez que uno ve una lesión así, parece estar relacionada con algo del pasado''.
Vólquez entrenó durante la pausa estelar en la República Dominicana con la mente puesta en una segunda mitad donde pudiera exhibir su talento y mejorar su balance de 4-8 con 4.19 de efectividad.
Contratado por dos campañas en el invierno pasado, Vólquez siempre fue considerado el número uno de la rotación debido a su experiencia y durabilidad, pero no ha podido establecerse como tal.
Nadie ha vivido como el dominicano los altibajos de la temporada, primero con un comienzo de siete derrotas consecutivas y luego con ese choque sin hit ni carrera que representó la mejor actuación individual en los tres meses iniciales.
▪ De ser cierta la orden de mantener a buen recaudo alguna de las piezas importantes que forman el núcleo de los Marlins, todo parece indicar que la prioridad en los canjes que se hagan sería buscar brazos jóvenes para mejorar el pitcheo en las Menores.
Casi en la puerta de salida aparecen A.J. Ramos y David Phelps, los cuales pudieran representar en cambios la llegada de cuatro o cinco lanzadores que se encuentren entre los prospectos más cotizados de sus respectivas organizaciones.
▪ Los Marlins promovieron a Triple A al novato Brian Anderson, quien participó en el Juego de las Estrellas del Futuro, y pudiera ser el relevo en tercera base si finalmente Martín Prado -disponible en el mercado- es canjeado en los próximos días.
▪ Aunque se asume que J.T. Riddle tiene por el momento la titularidad del campocorto, Mattingly reveló que se mantendrá atento a lo que pueda hacer Miguel Rojas -uno de sus peloteros favoritos- cuando este regrese de su rehabilitación en las Menores.

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