La penitencia para Roberto Alomar fue de un año.
El puertorriqueño, considerado como el mejor segunda base de su generación por su destreza acrobática en la defensa y un productivo bate, fue incorporado el miércoles al Salón de la Fama del béisbol.
También resultó seleccionado el lanzador Bert Blyleven, quien como Alomar ganó dos campeonatos de la Serie Mundial.
Ambos se quedaron cortos el año pasado por muy escaso margen de alcanzar el 75 por ciento mínimo necesario de la votación los miembros de la Asociación de Redactores de Béisbol de Norteamérica.
Esta vez, Alomar captó el 90 por ciento en su segundo año en la lista de candidatos. Blyleven recibió el 79 por ciento de los votos en el penúltimo de los 15 años de elegibilidad.
Alomar se convirtió en el tercer pelotero de Puerto Rico en el Templo de los Inmortales en Cooperstown. Los otros son el extinto Roberto Clemente y Orlando Cepeda.
"Esto tiene un enorme significado para mi gente de Puerto Rico'', declaró Alomar, quien recibió la noticia en una sala de conferencia del estadio de los Azulejos de Toronto, el club en el que ganó la Serie Mundial en forma consecutiva en 1992-93.
Alomar es el primer latino elegido por la Asociación de Cronistas del Béisbol (BBWAA) desde que entrara el cubano Atanasio "Tany'' Pérez en el 2000. Además se convirtió en el sexto escogido por la BBWAA. Antes lo hicieron Rod Carew, Luis Aparicio, Juan Marichal y Pérez. Clemente fue exaltado en una votación especial luego de su muerte y Cepeda entró a través del Comité de Veteranos.
Asimismo, los cubanos Martín Dihigo, José de la Caridad Méndez y Cristóbal Torriente fueron exaltados a través del Comité de las Ligas Negras.
Una camiseta con el número 12 que usó durante su trayectoria estaba colgada en la sala.
"Esto es un gran honor y estoy ansioso de que llegue el momento'', afirmó Alomar, quien adelantó que usará la gorra de los Azulejos en la ceremonia de exaltación el 24 de julio en Cooperstown.
Alomar acudió a 12 Juegos de Estrellas en una carrera que abarcó 17 temporadas. Se retiró con un promedio al bate de .300, 2,724 hits, 210 jonrones, 474 robos y 10 Guantes de Oro.
Todo apuntaba a que su ingreso a Cooperstown se certificaría sin espera y sería el segundo latinoamericano en conseguir la exaltación en su primer año, después de Carew.
Pero Alomar obtuvo el 73.7 por ciento de los votos el año pasado. La impresión es que un sector de votantes se resistió a darle el apoyo como una especie de castigo por un feo episodio de 1996, cuando escupió al umpire John Hirschbeck. Ambos se reconciliaron e Hirschbeck hizo campaña a favor de Alomar.
Blyleven, por su parte, recibió el 79 por ciento de los votos. El lanzador derecho, que fue campeón de la Serie Mundial con Pittsburgh en 1979 y con Minnesota en 1987, ganó 287 partidos y figura quinto en la lista histórica de ponches en las Grandes Ligas.
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