El invierno, aunque muy suave en Miami, trae memorias de los paisajes nevados de las postales y de la música de los valses vieneses.
En parte se debe a la tradición que se sigue en esta época de Pascuas de tener conciertos y ballets alusivos a la época. Uno muy famoso al que ya es imposible asistir sin pagar entradas costosísimas es el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, que se celebra en la Sala Dorada del Musikverein en la mañana del primero de enero. Se trasmite a más de 1,000 millones de personas en 54 países y el repertorio se basa principalmente en la música de la familia Strauss: Johann (padre), Johann (hijo), Josef y Eduard, y de otros como Franz Lehár.
Este año, como siempre, el Adrienne Arsht Center se asocia con la organización Attila Glatz Concert Productions para traer un evento similar al Knight Concert Hall, el concierto Salute to Vienna, el 30 de diciembre a las 8 p.m. La orquesta The Strauss Symphony of America, de 65 miembros, dirigida por el músico vienés Matthias Fletzberger, tendrá el concurso de la soprano Iva Schell, que fue esposa del reconocido actor Maximilian Schell, y al tenor Michael Heim, que ha cantado en Salzburg y muchos teatros europeos. Los bailarines provienen de Europaballett St. Pölten, de Austria, y del Campeonato Internacional de Bailarines de Salón.
Los artífices de este concierto son el propio Attila Glatz y su esposa Marion. “Conocí a mi esposo en Suiza, en 1980, y comenzamos esta serie de conciertos en 1995 en una pequeña sala en Toronto”, cuenta la señora Glatz. “Ya hemos llegado a 24 conciertos en toda Norteamérica, algunos con diferentes orquestas y cantantes, y en diferentes días. Estamos muy agradecidos a nuestras audiencias por abrazar esta tradición”.
“Cuando lo conocí yo era una amante de la música y asistía con mi familia a todos los conciertos, mi esposo estudiaba piano en el Conservatorio Academia Liszt Ferenc, de Budapest. Yo me quedaba hipnotizada mirándolo y oyéndolo tocar”, relata Marion, lo que obviamente la llevó a que se enamorara del músico.
“La idea de hacer estos conciertos surgió al recordar nuestras experiencias en Europa, cuando oíamos todos los años este concierto de Año Nuevo, con la Orquesta Filarmónica de Viena, que comenzó en 1939. Oíamos el concierto primeramente en la radio y más tarde en televisión, teníamos a la familia reunida, y nos referíamos a lo que haríamos el próximo año, hablábamos sobre nuestros problemas, pero de pronto, la música de los Strauss comenzaba, los valses, las polcas, y era energizante, olvidábamos todo lo que estábamos hablando, bailábamos, abríamos el champán y era todo un júbilo”, comenta Marion.
Cuando llegó a Canadá en 1982, su esposo estaba ya en el país, y los dos se dieron cuenta de que nada ocurría al principio del año. El grupo de las artes les advirtieron que era porque la gente no iría a ningún concierto en esa época. “Les hemos probado que estaban equivocados”, dice la productora. “Es un sueño, trajimos nuestra herencia a Norteamérica. Aunque la gente de aquí puede verlo por televisión, este concierto es en vivo”.
Unos 120 artistas, entre ellos músicos, directores de orquesta y bailarines vienen cada año de Austria y Hungría para las actuaciones en varias ciudades. Y la producción se funda en un repertorio muy popular, que incluye ópera y danzas vienesas interpretadas por expertos europeos.
olconnor@bellsouth.net
‘Salute to Vienna’, sábado 30 de diciembre a las 8 p.m. en el Knight Concert Hall, del Adrienne Arsht Center, 1300 Biscayne Blvd., 305-949-6722. Entradas: $45-160. http://www.arshtcenter.org
Comentarios