Dos meses después de que se hundiera el piso en uno de los condominios de Havana Palms, los propietarios de las 32 unidades en este complejo de La Pequeña Habana siguen sin solución.
Ahora, los vecinos podrían ser desalojados de sus viviendas el lunes, por órdenes de la Ciudad de Miami.
La decisión de clausurar los cinco edificios que componen el complejo de Havana Palms dependerá de una nueva inspección de todas las viviendas que se realizará el viernes y el sábado, dijo Mariano V. Fernández, director del Departamento de Construcciones de Miami.
“Voy a mandar un inspector para corroborar si los edificios realmente son habitables”, declaró Fernández.
Originalmente, la Ciudad tenía previsto desalojar todo el complejo el próximo lunes debido a las condiciones peligrosas. Según Fernández, la asociación de propietarios había ignorado, hasta la semana pasada, un pedido de las autoridades de crear un plan para arreglar los problemas estructurales.
Un ingeniero contratado por el presidente de la asociación, Constantino Cicchelli, dijo el viernes pasado que no había tenido suficiente tiempo para realizar un estudio profundo, y aceptó la conclusión de la Ciudad de que las propiedades debían ser desalojadas, según Fernández.
Pero el lunes, Cicchelli volvió a la Ciudad con el mismo ingeniero, quien ahora reportó que había profundizado su análisis durante el fin de semana. Esta vez, dijo que sólo cuatro condominios en el mismo edificio en cual se hundió un piso en enero tenían daños serios.
“Hay algunos problemas en todo el complejo pero nada tan grave como lo que hay en esos cuatro condominios”, dijo Cicchelli, quien es dueño de 14 de los condominios desde el 2011. “Sin embargo, tres de ellos están vacíos, incluso aquel en el que colapsó el piso”.
En el cuarto condominio viven Juana Blandón, su esposo y su hijo de 18 años. Blandón dijo el miércoles que no tiene fondos para mudarse a un apartamento alquilado. De hecho, está considerando irse a vivir a Carolina del Sur para buscar trabajo.
“Creo que nadie me va poder ayudar”, dijo Blandón. “Lo he perdido todo ”.
Cicchelli rehusó identificar a la firma que contrató con su propio dinero para realizar el estudio de ingeniería o compartir copias de los estudios porque no quería “darle publicidad” a la empresa. El Nuevo Herald también pidió copias de estos informes de la Ciudad de Miami el miércoles por la tarde.
Fernández dijo que los inspectores que envíe la Ciudad “van a entrar en cada uno de los 32 condominios”. Si estos inspectores no están de acuerdo con los ingenieros contratados por la asociación, la Ciudad presentará el caso ante un panel de ingenieros de buena reputación en Miami, agregó Fernández.
Los daños en las vigas de los pisos fueron evidentes desde al menos el 2009, después de que la mayoría de los propietarios actuales compraran las unidades de la empresa inmobiliaria, Montara Land V, LLC. Entre diciembre del 2006 y marzo del 2009, la empresa vendió 18 condominios a precios desde $119,000 por una habitación a $184,000 por dos. La mayoría de los compradores eran de bajos recursos y calificaron para préstamos y subsidios del Condado Miami-Dade y la Ciudad.
Montara Land, una empresa de Anibal Duarte-Viera y Gabriel de la Campa, realizó algunos arreglos a los edificios a pedido de inspectores municipales en el 2009, pero las autoridades no los consideraron suficientes. Ese mismo año, la Ciudad aceptó un reporte de una firma de ingenieros que certificaba la integridad de los antiguos edificios, construidos en 1946, a pesar de que existían violaciones de código.
La saga de los vecinos de Havana Palms motivó a Fernández a sugerir que la Ciudad haga cabildeo en Tallahassee para reformar los procesos de las conversiones de apartamentos a condominios. Específicamente, pedía que la empresas inmobiliarias que realizan estas conversiones entreguen copias de los reportes de ingenieros a la Ciudad.
Además, el comisionado Frank Carollo, quien representa el distrito, propuso hace dos semanas una nueva política que obliga al Departamento de Construcciones a asegurar que los edificios no tengan violaciones de código antes de aprobar un reporte de certificación.
“Eso no necesariamente va a ayudar a los residentes de Havana Palms, pero quizás pueda prevenir que algo así pase en el futuro”, dijo Carollo.
La oficina del comisionado está en el proceso de buscar viviendas temporales para los residentes de Havana Palms, que no tendrían dónde ir si todo el complejo es evacuado.
Entre ellos: Genny y Mario Pineda, quienes visitaron a funcionarios del Departamento de Desarrollo Comunitario de la Ciudad de Miami el miércoles para pedir ayuda.
Genny limpia casas. Su esposo fue deshabilitado después de sufrir un accidente en el trabajo hace tres años y actualmente está sin empleo. Tienen un hijo de 13 años.
“Mi piso también puede colapsar. Se está separando la pared del piso”, dijo Genny Pineda, quien este mes dejó de pagar su hipoteca. “¿Quién nos va arreglar eso? Nosotros no podemos”.
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