El Senado estadounidense inició este martes el debate plenario que debe confirmar la entrada en la Corte Suprema de la primera juez de origen hispano, Sonia Sotomayor, una decisión histórica que pone a la oposición republicana en una situación embarazosa.
El Senado podría aprobar el nombramiento propuesto por el presidente Barack Obama, el viernes, último día de sesión antes de las vacaciones, informó a la AFP un portavoz del jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Jim Manley.
Obama en esta ocasión podrá contar con la fidelidad de los 60 senadores demócratas (de un total de 100 escaños).
La nominación de Sotomayor, una juez de apelaciones federal, nacida en el seno de una humilde familia puertorriqueña de Nueva York, fue aprobada en la comisión de Justicia del Senado la semana pasada, aunque el debate fue duro.
La pelea volvió a demostrar el foso ideológico que separa a liberales de conservadores desde hace un cuarto de siglo en Estados Unidos, sobre todo a la hora de decidir cargos en la más alta magistratura judicial del país, cuyos nueve jueces ostentan el puesto de forma vitalicia.
Sotomayor tuvo que aclarar una y otra vez que no se considera una "juez activista'', y que se limitará a interpretar las leyes, no a intentar cambiarlas por su cuenta.
La juez eludió preguntas de los conservadores sobre algunos temas delicados sobre los que quizá deberá pronunciarse en su nuevo cargo, como el aborto o el derecho de los ciudadanos a armarse.
Un juez con mente abierta "es aquel que examina los hechos en cada caso particular, escucha y entiende los argumentos de todas las partes y aplica la ley como ésta lo indica'', aseguró Sotomayor, de 55 años. "Es un lema que repito una y otra vez'', reconoció.
Su ratificación por el pleno no debería plantear problemas, porque algunos republicanos, como Mel Martínez (Florida) ya anunciaron que votarán a favor.
Pero la oposición de otros, como el ex candidato presidencial John Mc Cain (Arizona), entraña el riesgo de poner de nuevo en una situación incómoda al Partido Republicano, que sufrió una estrepitosa derrota electoral entre otras razones por el voto de castigo de los hispanos.
McCain declaró el lunes que votará "no'' porque "la juez Sotomayor no puede cambiar su historial'' judicial y sus declaraciones en el pasado.
Sotomayor afirmó en una ocasión que esperaba tener mayor juicio por el hecho de ser mujer y latina, lo que despertó críticas en medios conservadores.
Otros republicanos también confirmaron su voto negativo, pero sin ocultar su nerviosismo. "Dígales que lo siento'', explicó el senador Orrin Hatch (Utah) a la prensa, en referencia a la comunidad hispana de su estado natal.
Grupos de presión hispanos enviaron hace meses cartas de protesta a los líderes republicanos porque consideran que la minoría sigue sin estar suficientemente representada en la cúpula de la organización.
"A los jóvenes no les gusta en estos momentos el Partido Republicano. Tampoco a los hispanos ni a los afroamericanos. Y eso también es un problema, sobre todo si se tiene en cuenta la demografía'', advirtió John Feehery, un estratega cercano al partido.
Comentarios