Los administradores de un edificio de apartamentos en California se negaron a aceptar carnets de identidad emitidos en México como identificación valida para rentar en el complejo. En Florida, el administrador de un parque de casas móviles frecuentemente les decía a potenciales inquilinos de la raza negra que no había espacio disponible, mientras que les rentaba espacio a las personas blancas. Y una universidad en Ohio se negó a acomodar a un estudiante con discapacidad y a su perro de asistencia (la universidad fue acusada de recurrir a practicas discriminatorias hacia estudiantes con discapacidades).
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Esos incidentes fueron parte de las más de 28,000 quejas de discriminación a la hora de comprar o rentar vivienda, reportados en Estados Unidos en el 2016. De esos, el 55 por ciento involucró discriminación hacia personas con discapacidades, 19 por ciento a personas por su raza u origen y poco más de 8 por ciento a familias con niños. Las cifras son parte de un reporte publicado esta semana por la Alianza Nacional para la Equidad de Vivienda (The National Fair Housing Alliance, NFHA). En el 91 por ciento de los casos se trató de personas que buscaban alquilar, no comprar, según el informe.
“Estamos a un año de conmemorar el 50 aniversario de la Ley Federal de Equidad de Vivienda que fue aprobada apenas siete días después del asesinato del Dr. Martin Luther King, Jr. en abril de 1968. Se han hecho algunos avances en cuanto al acceso a los vecindarios para todas las personas”, dijo Shanna Smith, presidente y directora de NFHA.
Las personas de color, las personas con discapacidades y otros grupos marginados continúan siendo ilegalmente excluidos de muchos vecindarios donde hay escuelas y atención de salud de calidad
Shanna Smith, directora de la Alianza Nacional para la Equidad de Vivienda
“Sin embargo, las personas de color, las personas con discapacidades y otros grupos marginados continúan siendo ilegalmente excluidos de muchos vecindarios donde hay escuelas y atención de salud de calidad, tiendas de alimentos frescos, oportunidades de empleo”, agregó Smith, de la organización con sede en Washignton. D.C.
Además, el reporte titulado “En Defensa de la Equidad de Vivienda: Tendencias del 2017”, evalúa el tema de el uso de los medios sociales y los nuevos mercados para discriminar, como mediante anuncios de Facebook o las rentas de Airbnb. En el 2016 ambas empresas actualizaron sus reglamentos para evitar que se viole la ley de Viviendas Justas a través de sus herramientas.
En el caso de la publicidad en Facebook, como la compañía ofrece a sus clientes herramientas para personalizar sus anuncios, algunos proveedores de viviendas estaban usando las mismas para elegir la “afinidad étnica” de la audiencia a la que deseaban rentar o vender. “Esta práctica viola la Ley Federal de Viviendas Justas porque discrimina basado en raza, nacionalidad y otros grupos protegidos”, de acuerdo con el reporte.
Airbnb, la plataforma digital para rentar viviendas para vacacionar, decidió clarificar sus reglas luego de que un estudio de la Universidad de Harvard revelara que los huéspedes podían rechazar rentar a una persona basado en su raza, género, y otros factores protegidos bajo la ley federal. Un estudio del 2015 determinó que usuarios de Airbnb con nombres que suenan marcadamente afroamericanos tenían 16 por ciento menos probabilidad de ser aceptados, que aquellos cuyos nombres suenan marcadamente caucásicos.
El reporte es realizado cada año utilizando datos reportados por agencias federales y organizaciones privadas que abogan o proveen servicios de viviendas justas. Entre las recomendaciones para mejorar el acceso a equidad de viviendas, están:
▪ Crear una entidad independiente para asegurar el cumplimiento de la ley o reformar la sección del Departamento de Viviendas de EEUU (HUD).
▪ Mejorar el acceso a crédito para las personas de comunidades a las que históricamente les ha sido denegado prestamos justos, y así fomentar la creación de pequeños negocios y compra de viviendas.
▪ Que el Congreso y el gobierno federal aumenten los subsidios para las organizaciones privadas de asistencia a viviendas justas, HUD, y fuerzas del orden a nivel estatal y local. Esto “fomentaría mejores prácticas sistemáticas para eliminar la segregación”.
Siga a Brenda Medina en Twitter: @BrendaMedinar
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