Andy Vázquez estuvo a punto de ahogarse a los ocho años, pero hoy compite en torneos nacionales después de haber aprendido a nadar y practicar sin descanso en la piscina de Rockway Park, en Kendall. Esta es una de las muchas piscinas públicas que el Condado de Miami-Dade podría cerrar temporalmente a fin de recortar gastos.
"Tristeza, eso es lo que siento'', dijo Andy, ahora de 15 años, ante los rumores del cierre de esta piscina el 14 de agosto. "No sería justo''.
El plan propuesto por el alcalde Carlos Alvarez para reducir el presupuesto, contempla el riesgo de cierre y la reducción dramática de los horarios de estas instalaciones recreativas, afectando severamente las oportunidades de entretenimiento y superación deportiva de niños y jóvenes.
"No lo vamos a permitir'', dijo Amarilis Vázquez, madre de Andy. "Quieren reubicar a nuestros hijos en piscinas donde no hay mucho espacio y está limitada la natación. Esto no es posible: la natación salva vidas''.
Durante los últimos cinco años, después de clases y en vacaciones, Vázquez ha traído religiosamente a Andy hasta Rockway Park, 9460 SW 27 Street. Según el paquete de reformas del condado la piscina estará abierta sólo 10 semanas al año. De un total de 11 piscinas, solamente dos no cerrarán en todo el año: Parque Tamiami, 11201 SW 24 St., y Parque AD Barnes, 3401 SW 72 Avenue.
Bernardo Escobar, portavoz de la oficina del comisionado del Distrito 10, Javier Souto, precisó que el plan de Alvarez no es definitivo y no debería asumirse como un hecho. Agregó que las decisiones sobre el futuro de las piscinas y su calendario de operaciones están pendientes de discusión.
"En septiembre los comisionados analizarán la propuesta, de manera que el tema de los parques y las piscinas serán ventilados en esa fecha. Pero con seguridad la piscina de Rockway no va a cerrar en agosto, tal como se ha dicho'', puntualizó Escobar. ‘‘Nuestra posición es que servicios esenciales, como el que ofrece la policía y los programas dirigidos a los niños, son prioridad''.
La propuesta de reducciones drásticas pretende compensar un déficit histórico de $427 millones en el plan del presupuesto de $7,830 millones de Miami-Dade para el próximo año.
Sin embargo, los números en rojo están lejos de convencer a contribuyentes como Marianella Sánchez, quien valoró la importancia de las actividades recreativas y consideró que los niños no pueden ser víctimas de la falta de liquidez del gobierno.
"Estamos alarmados'', aseguró Sánchez, madre de tres niñas que acuden a Rockway hasta seis veces por semana. "Los parques y las piscinas ayudan a los jóvenes a evitar la televisión, los videojuegos y las pandillas. Incluso una de mis hijas se curó el asma en un 98 por ciento gracias a la natación''.
El Nuevo Herald trató infructuosamente de comunicarse con Edith Torres, portavoz del Departamento de Parques y Recreaciones del Condado de Miami-Dade. La administradora general de Rockway Park, Katrice Leach, tampoco respondió a llamadas telefónicas para que comentara sobre el asunto.
Recientemente, fueron instalados en estas facilidades un sistema de iluminación y calentadores de agua.
"Muchos de nosotros hemos vendido chocolates para reunir fondos y mantener la piscina en buen estado'', dijo Daien Sánchez, de 16 años. "Estoy triste y molesta. No lo merecemos''.
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