Un nuevo acto en las relaciones de Estados Unidos y Cuba se estrena esta semana: una versión en español del Sueño de una noche de verano de Shakespeare comienza una presentación de tres días en la Universidad de Alabama estelarizada por actores profesionales de La Habana.
La decisión del gobierno del presidente Barack Obama de permitir el ingreso a Estados Unidos de 12 artistas cubanos para la producción constituye un hito a la mitad del verano que se enmarca entre otros acontecimientos de una apertura mayor hacia la isla caribeña comunista.
"Esto va más allá de lo atípico. A ningún grupo musical o actoral de Cuba se le ha permitido ingresar a este país, de esta forma, desde el 2003'', expuso Ned Sublette, un actor y compositor de Nueva York que ha estudiado y escrito sobre la música cubana.
Con casi tres semanas de ensayos completos, la compañía de 10 actores cubanos y dos instructores transforma al bardo en un diplomático contemporáneo. Del jueves al sábado interpretará una producción conjunta con nueve estudiantes de la Universidad de Alabama y un actor del área de Tuscaloosa.
El drama dentro del drama: los cubanos hablan poco inglés y los estadounidenses nada de español. Pero juntos están memorizando los versos en español para montar la comedia romántica escrita hace cuatro siglos sobre jóvenes enamorados, hadas y un bosque encantado.
"Ninguno de los actores estadounidenses habla español'', dijo el director, Seth Panitch, un profesor asistente que ayudó a los actores locales a aprenderse los diálogos. "Es aterrador para los estadounidenses''.
Panitch comprimió las casi dos horas y media de diálogos en una obra de 90 minutos en español.
Alianne Portuondo Olivera, de 23 años, dijo que la brecha en la comunicación no ha sido tan grande. La actriz cubana interpreta a Hermia, que es amada por dos hombres diferentes.
"Podemos comunicarnos con movimientos y emociones'', dijo. "Los actores estadounidenses con los que estamos trabajando están siempre atentos al trabajo de los cubanos, y los cubanos están siempre atentos a los estadounidenses''.
La obra, montada en un teatro pequeño del recinto universitario local con el precio de entrada de cinco dólares para un auditorio principalmente angloparlante, se estrena en medio de lo que los promotores de una mayor apertura de Estados Unidos hacia Cuba consideran una serie de hechos alentadores.
Por ejemplo, la visita que la semana pasada realizaron los actores estadounidenses Bill Murray, Robert Duval y James Caan a Cuba en una viaje de investigación, y la autorización para que la Filarmónica de Nueva York se presente en La Habana a finales de año mediante el levantamiento reciente de algunas restricciones a los viajes a Cuba.
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