Los Boy Scouts de Estados Unidos (BSA) lo llaman los "expedientes de la perversión''. Las historias guardadas en una arreglada fila de gabinetes de metal en las instalaciones centrales de la BSA en Irving, Texas, enfermarían al lector más insensible. Muchos documentan las actividades de un pedófilo expulsado de los Scouts por abusar de niños en tiendas de campaña, en viajes o mientras los ayudaban a ganar insignias de mérito.
Los BSA, la primera organización de jóvenes del país, con su sana imagen exaltada por las icónicas pinturas de Norman Rockwell a lo largo del siglo XX, ha mantenido meticulosamente sus archivos desde los años 20.
Son miles, pero nadie sabe mucho de ellos porque las autoridades de la organización y sus abogados insisten en no darlos a conocer.
Pero ahora un grupo cada vez mayor de críticos pide a los Scouts que abran sus secretos al escrutinio público, alegando que los expedientes ocultan numerosos delitos que investigadores académicos y entidades policiales pueden usar para conocer más sobre la pedofilia.
"Estos expedientes representan la mayor reserva de informa
ción sobre el abuso sexual infantil en Estados Unidos'', afirmó Paul Nones, abogado de Oregon que representa a los ex Scouts que sufrieron abuso sexual a manos de adultos en la organización.
"Incluso antes que los pedia
tras y la policía conocieran del alcance del problema, Boy Scouts estaban al tanto y lo mantuvieron secreto'', afirmó Nones.
Otro abogado, de Seattle, que también representa a los ex Scouts en los casos de abuso sexual contra la organización, le dio al diario The Dallas Morning News una pista del contenido de los expedientes: hojas de cálculo que clasifican 5,133 archivos abiertos entre 1947 y el 2005. El periódico no ha visto los expe
dientes.
Los Scouts crean regularmente nuevos expedientes, pero insisten en que la información se mantenga confidencial para proteger a los Scouts de reclamos de difamación presentados por supuestos pedófilos mencionados en los expedientes.
Las autoridades de los Scouts dijeron que los expedientes de la perversión representan una pequeña fracción de los millones de adultos voluntarios involucrados en las actividades de los Scouts durante los años y alegan que el problema de los pedófilos no es peor en los Scouts que en las escuelas públicas o en otras organizaciones juveniles.
Los BSA también insisten en que los expedientes no tienen valor para los académicos o para los investigadores policiales que
tratan de comprender mejor la pedofilia.
"Por ello, aunque se exige a los consejos locales de Boy Scouts que informen sobre cualquier sospecha de conducta indebida a las autoridades, el BSA opina (y terceras partes lo han confirmado) que los expedientes no son útiles desde un punto de vista investigativo'', escribieron autoridades de los Scouts en un comunicado enviado a The Dallas Morning News.
Anteriormente, los Scouts se referían a los nombres en los expedientes como "los candidatos voluntarios inelegibles'' o "archivos I.V.". Cada uno está identificado con el nombre de un Scoutmaster, un líder de guaridas de Lobatos u otros voluntarios adul
tos a quien se les ha prohibido hacer labores de Scout por hacer algo indebido. Nathaniel Marshall, ejecutivo de los Scouts que mantiene los expedientes, dice que están separados en seis categorías: -C-Criminal (asesinos, atracadores y similares) -F-Financiero (ladrones que roban a los Scouts o a otros) -M-Moral (homosexuales a quien se les prohibió realizar actividades de Scouts) -L--Liderazgo (voluntarios de mal carácter o mezquinos) -R-Religioso (ateos o agnósticos vetados de las actividades de los Scouts --P-Perversión (pedofilia, violación, pornografía infantil, lascivia y otros delitos graves o incidentes relacionados con el sexo).
Unos cuantos de los expedientes son de hombres que nunca realizaron actividades de los Scouts. Ejecutivos locales de los Scouts notaron sus fechorías y se abrió un expediente por si presentaban una solicitud para participar en actividades de los Scouts.
Pero la gran mayoría de los expedientes I.V. están relacionados con voluntarios adultos pedófilos y algunos líderes pagados de los Scouts. La gama va desde los que son sólo sospechosos de haber hecho algo indebido hasta los que cumplen prisión por delitos graves.
Algunos expedientes son delgados, con sólo información básica sobre el pedófilo. Otros son gruesos y llenos de documentos judiciales, declaraciones de testigos y otro material de investigación.
Todos los archivos se guardan en la inocuamente llamada "oficina de recursos de la membresía''. Hay un solo juego de llaves para los archivos, dijo Marshall.
Los ejecutivos de los Boy Scouts dicen que usan los archivos de la perversión con un solo objetivo: para mantener a los pedófilos y otros pervertidos sexuales fuera. Cuando alguien intenta inscribirse como voluntario adulto, la solicitud va a la oficina de membresía. Los empleados se aseguran de que el voluntario potencial no esté mencionado en un archivo I.V.
Los BSA también verifican
los antecedentes penales de todos los que solicitan participar como voluntarios. Los que logran entrar tienen que seguirse sometiendo a verificaciones de antecedentes cada tres años.
Notas en los índices de archivos obtenidos por The News indican que el sistema con frecuencia funciona. Pedófilos atrapados en el acto y expulsados de los BSA han tratado incorporarse de nuevo a la organización como Scoutmasters. Pero sus solicitudes han sido denegadas debido a hechos indebidos asentados en los archivos I.V.
Los ejecutivos de los BSA dicen que nunca han analizado los archivos y que tampoco los han usado para generar estadísticas sobre la pedofilia en los
Boy Scouts. Tampoco los han usado para determinar si sus medidas para proteger a los Boy Scouts de los pedófilos funcionan.
Los Scoutmasters pedófilos, ¿son casados o solteros? ¿Tienen hijos en los BSA? ¿Qué edad tienen? ¿Dónde ocurrió el abuso sexual? ¿En una tienda de campaña? ¿En el sótano de una escuela o una iglesia? ¿En la casa del pedófilo? ¿Preparó el pedófilo a una sola víctima durante una relación a largo plazo o victimizó a varios Scouts al mismo tiempo?
Los ejecutivos de los BSA no han usado los archivos I.V. para encontrar estas respuestas, pero insisten en que constantemente buscan formas de mejorar su Programa de Protección a la Juventud.
‘‘Mientras más conocemos sobre la pedofilia más rápido aprendemos a detectarla'', indicó James Terry, subdirector ejecutivo de los BSA, a The News. "Estamos trabajando en esto en serio''.
Los críticos no concuerdan y afirman que los BSA podrían revisar los archivos I.V. --señalar los nombres de supuestos pedófilos, víctimas y los que reportaron el abuso-- y compartirlos con expertos para conocer más sobre la pedofilia y la efectividad de las medidas tomadas por los BSA.
A mediados de los años 80, a medida que fue creciendo su conciencia de la presencia de pedofilia, los Scouts instituyeron la regla de "jefatura de dos'', que prohíbe a los Scoutmasters y otros voluntarios quedarse a solas con un Scout.
Sin embargo, los Scouts admiten que nunca han revisado los archivos I.V. para determinar si la medida es efectiva.
Incluso expertos en abuso sexual infantil que simpatizan con la causa de los BSA cuestionan su renuencia a compartir los archivos o ampliar su uso.
El Dr. David Finkelhor, renombrado experto en delitos contra niños, fue miembro del Panel de Asesoría de Expertos de Protección a la Juventud de los BSA, un grupo de trabajo de autoridades de la organización y del mundo académico y policial. El comité debía trabajar en programas para educar a los Scouts sobre los pedófilos y otras personas peligrosas.
En abril del 2009 Finkelhor testificó en una declaración jurada que había acabado sintiéndose frustrado ante los ejecutivos de BSA porque se negaron a permitir que él o cualquier otro examinara los archivos sobre perversiones para ver si las reglas de protección de la juventud estaban funcionando.
"Eso nunca les pareció importante'', dijo Finkelhor, director de Centro de Investigación de Delitos contra Niños de la Universidad de Nueva Hampshire.
Finkelhor no fue el único experto que se desencantó de los Scouts y el Programa de Protección a la Juventud.
Kenneth V. Lanning, agente retirado del FBI que se especializa en delitos contra los niños, perteneció también al panel de asesoría de expertos de los BSA durante casi 10 años. En abril del 2005 envió una carta a la oficina central de los Boy Scouts para anunciar su renuncia al grupo de voluntarios.
Lanning declaró que su renuncia se debió a "mi opinión de que la respuesta de los BSA con respecto [al panel de asesores] y su actitud hacia el mismo no indica un entendimiento y reconocimiento adecuados del problema de la explotación sexual de los niños''.
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