Los venezolanos acudieron a votar el domingo para escoger 23 nuevos gobernadores en unos polémicos comicios organizados por el régimen de Nicolás Maduro para tratar de obtener legitimidad para su cuestionada Asamblea Nacional Constituyente.
A inicios de la tarde, más del 35% de los electores habían ya acudido a los centros electorales para depositar su voto, según encuestas de boca de urna, pero la oposición necesita duplicar esa tasa para alcanzar una aplastante victoria.
De mantenerse esa tendencia, la participación electoral podría estar por encima del 57%, manifestó Oswaldo Ramírez, presidente de la firma ORC Consultores.
Según proyecciones de los expertos, una alta votación de los electores aumentaría los posibilidades de triunfo de los candidatos de la oposición, quienes deben primero superar una serie de trabas y prácticas fraudulentas.
Esa alta participación es necesaria dado a que algunas estimaciones advertían que los candidatos de la oposición entraban a competir con una desventaja inicial equivalente a 10 puntos porcentuales por el efecto de las prácticas fraudulentas del oficialismo.
Encuestas mostraban un virtual empate entre los dos bandos, con 10 estados inclinándose a favor de la oposición, 10 a favor del régimen y tres estados de competencia reñida, en base a una participación de entre 50 y 55%.
Pero las proyecciones mostraban que esa relación cambiaba drásticamente con una participación electoral más alta.
Un simulador de la elección publicada por el portal Prodavinci.com, proyecta que la oposición obtendría 19 de las 23 elecciones con una participación de 67.7% del electorado.
Desde tempranas horas de las mañana, imágenes de televisión mostraban una alta asistencia de los electores en los centros de votación. Parte de ellos se debía a los cambios de última hora realizados por el Consejo Nacional Electoral, controlado por el chavismo, que cerró algunos de los centros de votación ubicados en sectores de la oposición, obligando a casi un millón de personas a acudir a otros sitios.
Los venezolanos también se vieron acosados por fuerzas del régimen.
“En al menos siete estados se han observado grupos de personas en motos, amedrentando electores en las filas de votación”, reportó ORC Consultores en un informe divulgado a inicios de la tarde.
Por otro lado, “al menos cinco dirigentes de la oposición han sido golpeados, amedrentados o detenidos al momento de ejercer el derecho al voto”, añadió el informe.
Las irregularidades con los elementos motorizados se presentaron en centros de votación en los estados Miranda, Aragua, Trujillo, Zulia, Carabobo, Mérida y Sucre.
Chavismo intenta desmotivar a los electores
Por otro lado, dirigentes de la oposición denunciaron que funcionarios del régimen han retrasar el proceso en algunos centros de votación para desmotivar a los electores.
Una escasa participación en los comicios le daría un espaldarazo al régimen, que de sacar más gobernaciones que la oposición estaría en condiciones de declararle al mundo que sigue siendo popular y que tiene el mandato de profundizar su revolución a través de su cuestionada Asamblea Constituyente.
Expertos advierten que además de las gobernaciones está en juego la legitimidad de la Asamblea Constituyente, cuya elección fue cuestionada alrededor del mundo baja acusaciones de que el régimen duplicó artificialmente los números de personas que habrían votado para escoger a sus miembros.
“Estas elecciones no son solamente para elegir gobernadores”, dijo desde Caracas Jesús Seguías, presidente de la encuestadora Datincorp. “En estas elecciones se va a demostrar si los votos que dijo tener el gobierno para elegir a la Asamblea Nacional Constituyente existen, o si fueron efectivamente votos fantasmas”.
Según el régimen, más de ocho millones de venezolanos participaron el 30 de julio en la elección para escoger a los 545 miembros de la Constituyente, organismo que está en capacidad de reformar la Constitución e imponerse sobre el resto de los poderes del Estado.
La comunidad internacional, sin embargo, cuestiona esos números, respaldando versiones obtenidas a través de sondeos de boca de urna demostrando que solo tres millones de electores participaron en los comicios.
Maniobras del régimen para manipular el voto
Los cambios a última hora de los centros de votación frecuentados por la oposición es solo una de una larga cadena de medidas arbitrarias que inclinan la balanza a favor del régimen.
Según un estudio del periodista investigador de temas electorales Eugenio Martínez, las irregularidades también incluyen: la suspensión arbitraria en las boletas de votación de la tarjeta de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la falta de observadores nacionales e internacionales, la falta de actualización de los listados de los miembros de mesa y la negativa de utilizar tinta indeleble para pintar el dedo meñique del elector para evitar que éste pueda votar más de una vez.
A esa lista, hay que sumarle el impacto del voto asistido, práctica a través del cual dirigentes locales del chavismo acompañan de la mano hasta las urnas a lectores que están recibiendo beneficios de los programas sociales, método de intimidación que en el pasado ha permitido al régimen recibir cientos de miles de votos a su favor.
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