La flotilla de exiliados cubanos liderada por el activista Ramón Saúl Sánchez retornó el domingo a Cayo Hueso tras lanzar la noche previa fuegos artificiales a 12.5 millas náuticas de La Habana en honor a las 37 víctimas muertas hace dos décadas en el hundimiento del remolcador 13 de marzo.
Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, calificó de exitosa la misión realizada por las tres embarcaciones que integraron la flotilla (Demoracia, Libertad y Nilito’s Toy II), a pesar del mal tiempo y el fuerte oleaje.
“Tuvimos que esperar cerca de una hora en el mar frente a La Habana a esperar que se disipara la tormenta para lanzar los fuegos artificales”, dijo Sánchez a el Nuevo Herald. “Pero luego que el cielo estuvo despejado lanzamos las luces multicolores como un gesto de solidaridad con el pueblo de Cuba y para recordar a las víctimas del remolcador”.
Antes de iniciar el espectáculo de fuegos artificiales, la treintena de personas que se encontraban en las embarcaciones exhibieron fotografías de las víctimas, oraron y lanzaron flores al mar.
Los fuegos artificiales pudieron ser avistados desde La Habana a partir de las 9:30 p.m., de acuerdo con el testimonio de familiares de activistas en el exilio que el domingo se comunicaron con Sánchez.
“Me siento muy contento, pues de esa manera construimos un puente de esperanza que vincula ambas orillas”, dijo Sánchez. “Lanzamos 83 luces de libertad, luces multicolores y de diferentes configuraciones que fueron vistas desde La Habana”.
Entre las personas que se encontraban en la flotilla figuaraba Jorge García, quien perdió 14 familiares en el hundimiento del remolcador. García, de 69 años, no viajó en aquella oportunidad por ceder el puesto a familiares más jóvenes, pero acabó perdiendo a unos de sus hijos, un nieto, cinco sobrinos y varios de sus primos. Años después García logró establecerse en Miami.
Sánchez dijo que una vez que la flotilla inició la travesía de retorno a Cayo Hueso, García se apartó un poco de otras personas de la embarcación y en privado empezó a llorar desconsoladamente.
“Verlo realmente partía el corazón”, dijo Sánchez. “Y lo entiendo porque a él, en una sola noche, le borraron de su vida a una gran parte de su familia”.
La madrugada del 13 de julio de 1994, el remolcador 13 de marzo se hundió poco después de zarpar de Cuba rumbo a Estados Unidos con casi 70 personas a bordo. De acuerdo con varios sobrevivientes, barcos militares de Cuba los interceptaron, embistieron y atacaron con chorros de agua a presión.
Sánchez agregó que el viernes fue detenido José Díaz Silva, delegado en Cuba del Movimiento Democracia y quien encabezaba las coordinaciones para avistar el sábado los fuegos artificiales desde La Habana. Entre otros, también fueron retenidos en sus viviendas los activistas disidentes Hugo Damian Prieto Blanco y Andres Péez, detalló Sánchez.
La flotilla había zarpado el sábado por la mañana de Cayo Hueso y cruzó unos 150 kilómetros del estrecho de la Florida hasta Cuba en unas cinco horas, dijo Sánchez.
El Movimiento Democracia ha organizado una veintena de excusiones similares en las que no se produjeron mayores incidentes, salvo en 1995 cuando embarcaciones de la milicia cubana envistieron al barco Democracia por ingresar a aguas cubanas. El hecho fue registrado por varios medios de prensa.
El domingo en Miami también se conmemoró el vigésimo aniversario de la muerte de las 37 víctimas del hundimiento del remolcador. Vestidos de luto y con rosarios en mano, un grupo de unos 40 exiliados se reunió en el Memorial Cubano, en el parque Tamiami.
“El exilio no olvida al pueblo cubano ni a las víctimas del régimen castrista”, dijo Silvia Iriondo, presidenta de M.A.R. por Cuba. “Estamos aquí hoy para recordar a todas esas víctimas del remolcador 13 de marzo, uno de los crímenes de lesa humanidad más abominables cometidos por el régimen castrista, a través de todos estos años”.
Exhibiendo fotografías de las víctimas del remolcador, los activistas oraron y reiteraron su clamor porque crímenes como este no queden impunes.
“Todos estos actos de conmemoración son muy importantes porque estamos recordando a hermanos de la isla que fueron asesinados”, dijo la activista Bertha Antúnez Pernet, hermana del ex prisionero político Jorge Luis García Pérez (Antúnez). “Nunca vamos a olvidar fechas como estas y reafirmamos nuestro compromiso en continuar luchando por la libertad de Cuba”.
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