Un hombre residente de Tavernier acusado de haber estrangulado a la mujer con la que vivía, tiene fijado declararse culpable de homicidio en segundo grado en septiembre.
Jeremy Stigler, de 45 años, mató a Jade Green Dixon, de 47 años, el 6 o el 7 de noviembre de 2016, en la casa de Dixon, ubicada en Atlantic Circle Drive.
El médico forense del Condado Monroe determinó que Dixon murió “estrangulada manualmente”.
Stigler, que mide seis pies y una pulgada, y pesa más de 200 libras, se declaró inocente, y dijo que mató a Dixon, que medía cinco pies y dos pulgadas, y pesaba 120 libras, en defensa propia.
Sin embargo, el abogado de Stigler, Jerome Gilhooley. defensor de oficio del Condado Monroe, dijo el martes en corte que su cliente está listo para declararse culpable y ser sentenciado a las 11 a.m. del 11 de septiembre.
Por su parte, Colleen Dunne, asistente de la Fiscalía Estatal de Monroe, dijo que no quería que los detalles del acuerdo pasaran a los archivos hasta el día de la sentencia.
La mañana del 7 de noviembre de 2016, Stigler se entregó a la policía del Condado Monroe, y declaró que Dixon estaba muerta y él la había matado.
Sin embargo, ese mismo día, cambió su historia. Stigler dijo que la mañana del crimen se levantó después de toda una noche tratando de evitar que Dixon se hiciera daño a sí misma, y entonces la encontró muerta. Stigler le dijo a los detectives que dos días antes, Dixon estuvo comportándose de un modo extraño y errático.
Declaró igualmente que le pegó en el cuello para poder quitarle el cuchillo con que amenazaba con suicidarse cortándose la garganta. Stigler dijo que creía que Dixon había consumido drogas ilegales, mezcladas con las medicinas por receta que usaba.
Ese sábado por la noche, la policía acudió a la casa. A las 11 p.m., los agentes llevaron a Dixon al Hospital Mariners en Tavernier para que fuera evaluada y después que el hospital le dio el alta a la 1 a.m. del día siguiente, 6 de noviembre, volvió a la casa donde estaba Stigler.
Stigler le declaró a los detectives que la situación estuvo calmada durante media hora después que Dixon llegó a la casa. Pero, en un momento determinado, la mujer se apoderó de otro cuchillo y lo mantuvo apoyado contra su estómago, según le dijo Stigler a los detectives.
Luego agregó que Dixon lo trató de atacar con el cuchillo y él se defendió golpeándola a un lado de la cara. Stigler dijo que Dixon se tranquilizó lo suficiente como para que él la llevara a la cama. Durante la madrugada, la miró varias veces para saber si estaba bien.
Se quedó dormido unas dos horas y cuando se despertó encontró a Dixon "fría e inconsciente", le dijo Stigler a los detectives. "Declaró: 'Supe que estaba muerta'", escribió en su reporte el detective Manuel Cuervo.
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